Durante la crisis de la COVID-19 se pusieron en práctica múltiples iniciativas tecnológicas de carácter solidario por parte de la ciudadanía y los activismos –de forma organizada o individual— que, mediante el uso de internet, persiguieron varios objetivos: la defensa de colectivos vulnerables, la satisfacción de las necesidades materiales y sociales de la población, el apoyo a los servicios públicos y el sistema de salud o la visibilización de las desigualdades y los problemas específicos surgidos a raíz de la pandemia. Estas aportaciones contribuyen a comprender la genealogía de las movilizaciones sociales tanto en el contexto español como latinoamericano y permiten reconocer las características concretas de esta etapa como continuación de las tendencias y repertorios iniciados en el 15M de 2011 y que se han ido sofisticando en la última década.