Ya no se oye hablar mucho de liberación; todos los eslóganes son sobre la agresión sexual y otras intrusiones: «No más cultura de la violación», «No significa no», «Controlaos a vosotros, no a las mujeres».
Marianaцитує7 місяців тому
ningún grado de empoderamiento extinguirá el horror del mundo, ni debería delimitar nuestra protesta ante ese horror.
Marianaцитує7 місяців тому
La «desafiante insistencia en actuar como si uno ya fuera libre» produce una realidad diferente que perseverar en los «aspectos insidiosos de nuestro desempoderamiento»; concentrarse únicamente en este último no nos lleva a lo primero.
Marianaцитує7 місяців тому
Sin escenarios de aprendizaje, no tenemos posibilidad de averiguar lo que queremos (o de qué querríamos permanecer alejados).
Marianaцитує7 місяців тому
«La promiscuidad sexual trae sus propias formas de inteligencia; muy pocas personas llegan a conocer esta verdad»,
Marianaцитує7 місяців тому
debemos permitirnos no tener miedo a que nos contamine la ambivalencia, y no tener miedo a intentar describir –de hecho, experimentar– encuentros sexuales en escenarios que estén más allá del pecado, el abuso, la violación o el trauma.
Marianaцитує7 місяців тому
En uno de esos escenarios el sexo sería un escenario de aprendizaje.
Marianaцитує7 місяців тому
«Para la gente el sexo tiene un significado. Referirse a él como un mero lugar de peligro, o un instinto que algunas personas no pueden controlar, o una fuente de poder, o un añadido, o un accesorio de la vida, nos empobrece mucho.»
Marianaцитує7 місяців тому
Tenemos que poder presentar nuestras quejas sin sobrevalorar la queja como un hábito mental, sobre todo porque ese hábito puede suponer un obstáculo a la hora de perdonar nuestros propios errores o profundizar en la comprensión de nosotros mismos.
Marianaцитує7 місяців тому
En algún lugar tenemos que estar dispuestos a ser sujetos sexuales, lo que significa aprender a habitar y expresar la experiencia sexual fuera del binomio del agresor y el agredido.