La Uruguaya

En algún momento, sin darnos cuenta, los humanos nos volvimos Rain Man. No podemos vivir sin una pantalla. Yo ya no voy al baño sin celular. Es el terror al silencio.

Necesitaba mi cono de sombra, mi traba en la puerta, mi intimidad, aunque solo fuera para estar en silencio.

Necesitaba mi cono de sombra, mi traba en la puerta, mi intimidad, aunque solo fuera para estar en silencio

En algún momento, sin darnos cuenta, los humanos nos volvimos Rain Man. No podemos vivir sin una pantalla. Yo ya no voy al baño sin celular. Es el terror al silencio. Uno se va sumando por costumbre. Cada uno con su mini tv en la mano.

Si realmente hicieran un curso integral de cómo criar hijos, nadie los tendría. Hace falta esa ignorancia para que continúe la especie, generaciones de ingenuos que se meten en un baile del que no tienen ni idea.

Como decía Girondo, se pulen como diamantes y se venden como un salchichón

Dónde se vio que te paguen por libros que todavía no escribiste

Ibas a tener que escribir un mamotreto de mil páginas como pagando una deuda. Así no se puede escribir.

—Son bravos los charrúas —me dijo Enzo por lo bajo para que ella no escuchara.

Me mostró una marca morada en su hombro, parecían marcas de dientes.

—Son mordedores…

Yo no lloro nunca y menos por tristeza. El amor me hace llorar, el cariño