Odio fingido

Porque esta vez, allá donde ella fuera, yo iría.

Cómo preguntar «¿qué tal estás?» sin que signifique nada, porque lo significaba todo.

Porque esta vez, allá donde ella fuera, yo iría.

intentaba mostrarme fuerte al mundo, aunque no lo era.

intentaba mostrarme fuerte al mundo, aunque no lo era.

Tiempo. Llevaba corriendo tanto tiempo que ya no me atrevía a frenar.
Tiempo. Lo que teníamos se había roto y ya solo quedaba el recuerdo.

se había levantado a las seis de la mañana solo para prepararme una taza de café y desearme un buen día.

tres años atrás, cuando ella me dejó y yo me fui a Barcelona, a vivir mi vida. Cuando yo tampoco luché.

—Te quiero, y no te imaginas lo que me duele verte pasar por todo esto. Te quiero, y si de alguna forma puedo impedir que sufras, lo haré. Porque sé que tú harías lo mismo por mí.

Y, según lo que acabábamos de acordar, mi exnovia también era mi nueva compañera de piso.