Humor y sabiduría: no tomarse demasiado en serio a sí mismo

deberíamos aprender a tomarnos el pelo a nosotros mismos de tanto en tanto, como un ejercicio de sincera modestia y frescura.

“Mi vida a estado repleta de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”.

2.- Óscar Wilde y un diálogo de la obra, Un marido ideal: Cosa extraordinaria la que sucede con las clases bajas en Inglaterra. A cada rato se les muere algún pariente / ¡Sí, mi lord! A ese respecto son extremadamente afortunados.

El buen humor que acompaña la sabiduría posee la curiosa capacidad de juntar los polos opuestos en una dimensión paradójica inesperada, y producir una sensación de soltura y relajamiento.

Puede haber humor sin sabiduría, pero no lo contrario.

el arte de bromear sanamente es una virtud social.

REVE ANATOMIA DEL PREJUICIO