A lo largo de un sueño, ora maravilloso, ora inquietante, Sebastián vuelve a encontrar las sensaciones, los deseos y las esperanzas perdidos de su infancia. Al mismo tiempo toma conciencia de todo lo que provoca la desdicha de los hombres y destruye el planeta. Lo ayudan tres niños —uno de ellos es su doble— y una muchacha que, pasando por una aventura iniciática, le van a proporcionar recursos para que viva en perfecta armonía consigo y con el mundo. Gracias a ellos y a las peripecias de sus sueños, que lo van haciendo más fuerte y lúcido, abordará la realidad con infalible determinación, la única que pueda realmente influir en el porvenir…