La autora plantea que somos “polvo de estrellas”, venimos de la «energía creadora de amor” donde cada cual tiene posibilidad de elegir quien quiere ser el aquí y ahora.
En esta perspectiva la autocreación no es sino el camino del conocimiento de uno mismo y de las posibilidades de liberación, destruyendo los sofismas, administrando los miedos y temores y liberándonos de las autolimitaciones de nuestro sistema de creencias.
Solo de esta forma, como señala la autora, podemos llegar al “yo profundo”, a la esencia, al interior de la morada de la perfección del Amor, la Belleza y la Armonía.