Seneca

El estoicismo puede concebirse como una versión socialmente más aceptable del cinismo

el estoicismo difería del cinismo en dos aspectos fundamentales. Los estoicos, a diferencia de los cínicos, otorgaban un inmenso valor a la razón humana. Y también, de nuevo a diferencia de los cínicos, otorgaban un alto valor a la acción sobre el mundo, incluyendo la participación política

filosóficos de este periodo —incluyendo el cinismo y el estoicismo, y también al epicureísmo y el escepticismo

prometían proporcionar un estado de “des-preocupación”, ataraxia

El filósofo cínico ideal —como su representante más distinguido, Diógenes— pasaría su vida vestido con harapos, defecando y fornicando en mitad de la vía sin pudor alguno, como un perro

El estoicismo, que fue el movimiento intelectual con el que Séneca se relacionó más cercanamente, tenía por designio crear la posibilidad de una felicidad individual en tiempos socialmente convulsos.

La conciencia de su propia imperfección es quizás el más grato aspecto de esta personalidad inagotablemente fascinante

La historia de la vida de Séneca suscita una cuestión más amplia y universal, que tiene una particular resonancia en nuestros días: ¿en qué consiste el éxito

un hombre sabio dedica su vida entera a aprender cómo morir («tota vita discendum est mori»

«Puedes esperar ser aún más dichoso al desprenderte de la mentalidad infantil y cuando la filosofía te ha enrolado en la categoría de los hombres. Porque no es la infancia la que aún permanece junto a ti, sino algo peor: la inmadurez» (Epístolas, 4