Tina necesitaba una madre y su tía Lauren estaba deseando asumir el papel… en cuanto se ocupase del supuesto padre de la niña, el playboy Dade Delacourte. Lauren llegó al lujoso ático de Dade decidida a demostrar que este no estaba capacitado para cuidar del bebé… ¡y la confundieron con la niñera!
A ella le convenía ese malentendido; así podría estar cerca de su sobrina y reunir pruebas contra el padre. Pero le salió el tiro por la culata, porque Dade esperaba que Lauren le enseñase todo lo referente a los niños y eso implicaba pasar veinticuatro horas al día con aquel irresistible multimillonario…