De cualquier modo, mi ataque había sido un error; pues todos habían visto que yo no era un pobrecillo indefenso, y ahora nadie terciaba, ni iba a terciar, y hasta el camarada Jaime Correas me jaleaba encantado con mi papel en la pendencia.
b0143794660цитує3 роки тому
Pero jiñalasoga era fiel a su apodo, y además se le daban públicamente un ardite sus señores soldados.