Desamparada, se aferra a las páginas que ha escrito para no perderlas, para poder releerse y vivir en la espera de una mujer que quería y que, un día, faltó a una cita. Está sola: tiene mucho miedo.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Quién se va, quién se fue, quién no se puede ir: quién, por fin, rompe.
Berenice Torresцитує2 роки тому
No sabe –nunca lo ha sabido– si está o no enferma. No sabe lo que es un dolor físico: alguien tiene que decírselo, alguien tiene que permitirle que le duela.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Todavía no sabe cuál es el peor suplicio: no ver o no poder cerrar los ojos.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Aprendió de chica a controlar la zozobra, a negar cuanto pudiera llevarla del lado del desorden, del desmán, de la locura: se defendía con sus fantaseos, con su aislamiento, sobre todo con una conducta ejemplar.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Con ella volvió a aprender la zozobra, la angustia del que quiere y lo dice, invitando al otro para que destruya. También volvió a aprender los celos, el odio y el deseo, la necesidad –nunca satisfecha– de la venganza.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Hoy está en un lugar –en uno de los lugares– donde la lastimaron, en este cuarto conocido del que renegaba en el recuerdo.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Quiere fijar la historia para vengarse, quiere vengar la historia para conjurarla tal como fue, para evocarla tal como la añora.
Berenice Torresцитує2 роки тому
Los ojos de los otros son nuestras prisiones; sus pensamientos, nuestras jaulas. VIRGINIA WOOLF