Hacer trampas en la declaración de la renta o ponerle los cuernos a tu pareja no está bien moralmente, pero saltarte la dieta no es un pecado mortal. Y, sin embargo, la mayoría de la gente cree que cualquier forma de autocontrol es una prueba moral. Ceder a un postre, acostarnos tarde, tener la tarjeta de crédito echando humo..., utilizamos estas cosas para decidir si nos estamos portando bien o mal. Pero ninguna de ellas refleja el pecado o la virtud