Rick Riordan

El último héroe del Olimpo

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  • Emily Cetzalцитуєторік
    Tyson nos ha comandado! —tronó uno—. ¡Es un valiente!

    —¡El más valeroso de los cíclopes! —bramó otro.

    Tyson se ruborizó.

    —No es para tanto.
  • Gabo Hernandezцитує6 років тому
    «Eh, jefe —dijo Blackjack—. ¿Qué tal una pausa para un dónut?»
  • María Paz Molinasцитує6 років тому
    Me miró, como saboreando el hecho de que yo siguiera allí. Y entonces comprendí que yo estaba haciendo exactamente lo mismo. El mundo se desmoronaba, pero lo único que me importaba era que ella continuara viva.
  • Luciana Barquineroцитує2 місяці тому
    Nico bajó del lomo de la perra y se desplomó como un saco sobre la arena negra.

    Saqué un trozo de ambrosía: una parte de la reserva de alimento divino que llevo siempre encima. Estaba un poco deformada, pero Nico la masticó igualmente.

    —¡Uf! —masculló—. Ya estoy mejor.

    —Tus poderes te consumen excesivamente —observé.

    Él asintió, soñoliento.

    —Cuanto mayores son los poderes, mayor es la necesidad de dormir una siesta. Despiértame dentro de un rato.
  • Luciana Barquineroцитує3 місяці тому
    No me había dado cuenta de que nos rodeábamos el uno al otro con los brazos hasta que ella se puso de repente toda tensa.
  • Luciana Barquineroцитує3 місяці тому
    —¡Atrás! —Blandí la espada a izquierda y derecha, obligando a los enemigos a apartarse de Annabeth—. ¡Que nadie la toque!
  • Luciana Barquineroцитує4 місяці тому
    Me miró, como saboreando el hecho de que yo siguiera allí. Y entonces comprendí que yo estaba haciendo exactamente lo mismo. El mundo se desmoronaba, pero lo único que me importaba era que ella continuara viva.
  • fraymar tejedaцитує4 місяці тому
    —¡Salve, Perseus Jackson! —clamó Tyson—. Héroe del Olimpo… ¡y mi hermano mayor!
  • fraymar tejedaцитує4 місяці тому
    ¡Has salvado al Olimpo!
    Abrió los brazos y me estrechó contra su pecho. Caí en la cuenta, algo incómodo, de que nunca había recibido un abrazo de mi padre. Resultaba cálido —como un humano normal— y olía a salitre y brisa marina.
    Cuando me soltó, me examinó con una gran sonrisa. Me sentí tan bien que se me escapó alguna lagrimilla, debo confesarlo. Supongo que hasta entonces no me había permitido reconocer lo aterrorizado que me había sentido en los últimos días.
  • fraymar tejedaцитує4 місяці тому
    Dioniso aún tenía la cabeza vendada. Me miró de arriba abajo.
    —Bueno, Percy Jackson. Veo que Pólux ha salido vivo, así que deduzco que no eres del todo inepto. Todo gracias a mi entrenamiento, me imagino.
    —Eh, sí, claro.
    El señor D asintió.
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