Elena Stancanelli

La mujer desnuda

  • Lunae Leahцитує4 роки тому
    Me pregunto si está en nuestra naturaleza tratar de forzar la intimidad de las personas. Intentar entrar en los pensamientos, en el cuerpo de otro, para descubrir si es distinto de nosotros. Si esta manía forma parte de nuestra carga de estupidez, eso que tendremos que aligerar encarnación tras encarnación, o si, por el contrario, el medio nos ha vuelto más idiotas que nunca.
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    Un local de París de los años noventa frecuentado por famosos donde se iba a esnifar y follar en los privados.
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    Parecía una mujer normal, como tantas que he conocido en mi vida. Esas que se sienten complicadas y sensibles porque toman el café sin azúcar. No sé si hay un término para definirlas. En resumen, de entrada Perro parecía una perfecta gilipollas. Una hija de papá que se las sabe todas. La tienda vintage, la moto de Steve McQueen, las fotos del perro. Joven privilegiada, que solo había salido del barrio de mierda donde vivía para ir al Campo de’ Fiori a vender ropa de firma de segunda mano y, probablemente en junio, a Formentera
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    En este segundo caso, que corresponde al nuestro, no se pide perdón, se pide derogar los pactos. Si tú me estás traicionando con todas mis amigas y las tuyas, y piensas seguir haciéndolo, no puedes pedirme que te perdone, puedes pedirme la abolición de la regla según la cual la nuestra es una relación monógama
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    En una pareja es necesario ser leales, pero es inútil y peligroso ser sinceros.
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    esta es la cuestión crucial, no era capaz de esconderse. Yo sí. Yo separaba los dos mundos. Basta con ser racional, nada de llamadas a las horas en que se está juntos, explicar claramente a la otra persona, al amante, cuáles son los límites, no perder la cabeza. Mis traiciones estaban en una zona que nunca entraba en contacto con nuestra vida, la mía y la de Davide
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    El castigo a nuestra arrogancia está cerquísima, como el mendigo de la acera que te ve pasar todas las mañanas
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    Cuanto más se basa una pareja en el encanto recíproco –y no en su complicidad, inteligencia, decisiones compartidas– tanto más difícil es cruzar ese umbral. Y nosotros éramos así al principio: inexplicablemente enamorados
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    Benditos sean los olvidadizos, pues superan incluso sus propios errores.» Es una sentencia de Nietzsche y una frase de Kirsten Dunst en ¡Olvídate de mí! de Michel Gondry.
  • Natalia Cabildo Rodriguezцитуєторік
    tampoco te cuento esta historia para mostrarte lo que he aprendido, porque no he aprendido nada. No he extraído ninguna máxima que pueda serme útil en otro momento, no he reforzado mis defensas, no me he vuelto mejor. Tampoco estoy segura de que me haya servido de lección como para evitar que me vuelva a suceder. Al contrario. Ahora sé que nada te mantiene de verdad a salvo de la estupidez, menos aún lo que crees ser, las herramientas que llevas contigo. La inteligencia, la experiencia, los libros. Nada. Y saberlo no me hace más fuerte sino, al contrario, más frágil y más triste. Como los ancianos que caminan cautelosos porque saben que sus huesos pueden desmigarse con solo un paso en falso
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