Artistas ultramodernos, las hijas de los dueños de los bancos, merengueros, periodistas investigativas, premios nobel, macheteros puertorriqueños y actrices de cine cubanas se doblaban sobre su mesa de centro a darse una raya con «Aces High» de fondo.
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
las obras de Sófocles
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
El corazón se le estrujaba pensando en la monja, en cómo la había traicionado cuando tenía quince años.
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
Guinea, te pusieron en el pueblo, como la carne más sabrosa del corral, como la moneda
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
Sufre con la muerte de María y piensa en la forma que conoce de la muerte: la mano de su madre retorciendo el cuello a las gallinas.
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
«El que turba su casa heredará viento».
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
un perro que ladra sin que nadie lo oiga también es profecía de liberación
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
Asmodeo era un poema.
Astrid López Méndezцитує8 місяців тому
Sin perico, Rudy Caraquita, el verdadero dueño de ese cuerpo, recobraba su voluntad y Asmodeo, el demonio que lo habitaba, volvía a tener sobre su anfitrión el poder que tienen las obsesiones, los susurros, los recuerdos.
Itzel Roblesцитує9 місяців тому
controlar la sensación de estarse perdiendo algo, de que las cosas interesantes ocurrían en otro luga