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Valeria Luiselli

Los niños perdidos

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  • Adrianuxцитує6 років тому
    el 80 % de las mujeres y niñas que cruzan el territorio mexicano para llegar a la frontera con Estados Unidos son violadas en el camino. Las violaciones son tan comunes que se dan por hecho, y la mayoría de las adolescentes y adultas toman precauciones anticonceptivas antes de empezar el viaje hacia el norte.
  • Tania Palomoцитує2 роки тому
    El árbol genealógico de los que migran siempre se parte en dos mitades: los que se fueron y los que se quedaron.
  • Mariana Pérezцитує4 роки тому
    La historia empieza así: «¿Por qué viniste a los Estados Unidos?».

    ¿Por qué viniste? –le pregunté a una niña.

    Porque quería llegar.
  • aicirtaPцитує6 років тому
    Porque no podemos permitir que se sigan normalizando el horror y la violencia.
  • Tania Palomoцитує2 роки тому
    En Estados Unidos, quedarse es un fin en sí mismo y no un medio: quedarse es el mito fundacional de esta sociedad. En eso nos parecemos todos los que llegamos, sin importar nuestras condiciones previas y circunstancias actuales: todos abrevamos en las aguas de ese mito. Los que llegamos aquí, empezamos, de forma inevitable y quizá irreversible, a querer formar parte del gran teatro de la pertenencia».
  • cruz Amadorцитує4 роки тому
    A veces, cuando se queda dormida otra vez, volteo a verla o escucho su respiración. Me pregunto si sobreviviría en manos de coyotes, y qué pasaría si fuera depositada, sin más, en la frontera tan despiadada de este país.
  • Ela Bigailцитує4 роки тому
    Las palabras que escucho en la corte salen de bocas de niños, bocas chimuelas, labios partidos, palabras hiladas en narrativas confusas y complejas. Los niños que entrevisto pronuncian palabras reticentes, palabras llenas de desconfianza, palabras fruto del miedo soterrado y la humillación constante. Hay que traducir esas palabras a otro idioma, trasladarlas a frases sucintas, transformarlas en un relato coherente, y reescribir todo eso buscando términos legales claros. El problema es que las historias de los niños siempre llegan como revueltas, llenas de interferencias, casi tartamudeadas. Son historias de vidas tan devastadas y rotas, que a veces resulta imposible imponerles un orden narrativo
  • aicirtaPцитує6 років тому
    Las palabras que escucho en la corte salen de bocas de niños, bocas chimuelas, labios partidos, palabras hiladas en narrativas confusas y complejas. Los niños que entrevisto pronuncian palabras reticentes, palabras llenas de desconfianza, palabras fruto del miedo soterrado y la humillación constante
  • Lilíцитує6 років тому
    Algunos periódicos anuncian la llegada de los niños indocumentados como se anunciaría una plaga bíblica: ¡Cuidado! ¡Las langostas! Cubrirán la faz de la tierra hasta que no quede exento ni un milímetro –estos amenazantes niños y niñas de piel tostada, de ojos rasgados y cabellera de obsidiana. Caerán del cielo, sobre nuestros coches, sobre nuestros techos, en nuestros jardines recién podados. Caerán sobre nuestras cabezas. Invadirán nuestras escuelas, nuestras iglesias, nuestros domingos. Traerán consigo su caos, sus enfermedades contagiosas, su mugre bajo las uñas, su oscuridad. Eclipsarán los paisajes y los horizontes, llenarán el futuro de malos presagios y colmarán nuestra lengua de barbarismos
  • lcasasbцитує2 місяці тому
    Recuerdo los días oscuros en que se supo en México esta noticia –miles o quizá millones de personas preguntándose frente a periódicos, radios o pantallas: ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué hicimos como sociedad para que algo así pueda ocurrir? Todavía no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que, desde entonces, se han encontrado cientos de fosas comunes más, y que se siguen encontrando más y más.
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