es
Javier López Menacho

Yo, precario

Повідомити про появу
Щоб читати цю книжку, завантажте файл EPUB або FB2 на Букмейт. Як завантажити книжку?
  • Aniela Rodríguezцитуєторік
    Comprobé que la miseria nunca acaba, ni para los que se aprovechan de ella, ni para el que la sufre.
  • Almudena Anésцитує25 днів тому
    Tengo miedo del encuentro
    con el pasado que vuelve
    a enfrentarse con mi vida.

    Carlos Gardel
  • Almudena Anésцитуєминулого місяця
    intentas hablarles de una cosa que se llama alquiler, de que con veintinueve años tienes que pedir prestado a tus padres para llegar a fin de mes y de que, a veces, sales y no puedes comprarte esas nuevas Adidas que estás deseando desde hace medio siglo o esa chaqueta de cuero que te daría algo más de clase de la que tienes; les quieres contar que en muchas ocasiones te recoges antes con tal de no gastarte en cubatas lo que no tienes, porque tienes el pico muy largo y beber es un placer; les quieres aclarar que te deben dinero en tu antigua empresa y que no te pagan
  • Aniela Rodríguezцитуєторік
    Yo corro y corro aunque no valga para nada. Me paso media vida así.
  • Aniela Rodríguezцитуєторік
    Yo ya hace tiempo que ando igual, luchando contra lo que he sido. Solo que muchas veces pienso que es el recuerdo el que me está devorando a mí y no al revés.
  • Aniela Rodríguezцитуєторік
    Es lo que tiene este juego, que no siempre es justo ni poético, sino sencillamente cruel
  • Aniela Rodríguezцитуєторік
    curioso cómo hemos delegado ciertas responsabilidades morales y de ejemplificación infantil y juvenil hacia los jugadores de fútbol más mediáticos. Ellos tienen que ser modélicos y salvaguardar las buenas costumbres de esta sociedad. Se lo exigimos porque, sin preguntarles, los hemos ascendido a la condición de héroes contemporáneos y ahora deben pagar todas nuestras faltas, aunque sean al tiempo los menos preparados para ello. El futbolista debe ser perfecto,
  • Aniela Rodríguezцитуєторік
    somos nosotros quienes empujamos el balón hacia nuestra propia portería. El fútbol, por desgracia, no tiene la culpa de ello.
fb2epub
Перетягніть файли сюди, не більш ніж 5 за один раз