Descansar es renunciar a la preocupación, la inquietud y la sensación de que al mundo le va a suceder algo malo si no estamos nosotros para solucionarlo; descansar es retirarse, literal o figurativamente, de las metas externas y centrarse no en un objetivo interno y estático, un estado imaginario de perfecta quietud, sino en un estado interno de intercambio natural