en el Paleolítico no había naranjas; las bananas eran tan pequeñas y llenas de tantas semillas que hoy nos parecerían incomibles. (…) Los tubérculos como las zanahorias y las papas eran pequeños, duros y a menudo llenos de toxinas. Incluso el ancestro de la lechuga contenía un látex tóxico; sus hojas eran duras y tenían espinas. El brócoli y las coles (repollitos de Bruselas, coliflor, col rizada, colinabo) son además variedades creadas por el hombre moderno a partir de una misma especie de planta (Brassica). Las almendras y los duraznos, dos alimentos faro del régimen paleo, surgieron de parientes cercanos, pero ambos son el resultado de manipulaciones hechas por el hombre moderno, por cruzamiento y selección: la almendra fue modificada para eliminar el cianuro de su semilla, y el durazno para incrementar la cantidad de carne alrededor de su carozo.