¿Se puede ser resiliente en un mundo posapocalíptico? ¿Se puede tener o incluso inventar una religión? ¿Qué sentido tendría?
«La parábola del sembrador» es una distopía que habla del cambio, de la muerte, de la esperanza y de la fortaleza que tenemos cuando formamos comunidades unidas. Demuestra que, no importa lo podrido que esté el mundo, si hay alguien dispuesto a ayudar, todo va un poco mejor. Terrible y desgarrador desde la primera página, lo adoré absolutamente.