bookmate game
es
Ricardo Garibay

Oficio de leer

Повідомити про появу
Щоб читати цю книжку, завантажте файл EPUB або FB2 на Букмейт. Як завантажити книжку?
  • Talia Garzaцитує5 місяців тому
    obra, y ciego la continuó, sin más. (“Me explico eso —dice Vlady el pintor— porque el talento, la visión extraordinaria de Zúñiga está en sus manos, en el amor de sus manos, en la palpitación que transmite con sus manos a la materia.”) Y ciego ha esculpido noventa y cuatro piezas. Barro. De quince a cuarenta centímetros.
  • Talia Garzaцитує5 місяців тому
    –Vive enteramente ciego. En 1989, en tres meses perdió la vista. Las radiaciones quemaron el nervio óptico. Y siguió trabajando de modo natural. Ni una lamentación, ni una queja. Su vida ha sido día con día su obra, y ciego la continuó, sin más.
  • Talia Garzaцитує5 місяців тому
    –A qué horas trabajas.
    –A todas horas —dijo.
    –A todas horas —dije. ¿Nunca descansas?
    –No —dijo y acentuó un poco su apacible bonhomía.
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    “Este río de agónicas lágrimas, digámoslo ya, dejará para siempre en los ojos de Jesús una marca de tristeza, un continuo, húmedo y desolado brillo, como si, en cada momento, hubiera acabado de llorar”.
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    “Podíamos hablar sin bajar la voz, ir y venir sin ver aparecer la enorme silueta de tía Valerie, que no sabía dónde meterse, y que arrastraba sus gruesas piernas como grilletes de presidiario.”
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    “Para eso había venido, para atrapar los peces en su elemento, para, en la naturaleza, convertirse en un animal inteligente.”
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    “De aquel hombre exaltado, de rostro atormentado y ojos febriles, sólo quedaba, a la hora en que el amor hubiera podido florecer, un bebedor de aperitivos, un jugador de cartas”.
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    Y a través de las ganaderías
    hubo un aire de voces secretas
    que gritaban a toros celestes
    mayorales de pálida niebla.
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    Pasaba con un dejo de azucena que piensa...
  • Adal Cortezцитує2 роки тому
    “Me tumbé junto a ella. Ella se puso de lado, apoyando en mi brazo su cabeza. La miré. Todo el cielo y toda la tierra corrían por aquellos ojos. Nos miramos. Tuve la sensación de que podía caer dentro de aquellos ojos.”
fb2epub
Перетягніть файли сюди, не більш ніж 5 за один раз