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Alessandro D'Avenia

Presente

  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    MATÍAS
    Soy yo. ¡Presente! He estudiado Filología y ahora soy profesor. Publiqué mi primer poemario hace algunos años. Se titula Tierra Madre. Hay una poesía dedicada a tu padre, con unos versos que dicen: «Esta es tu vocación: no sufra de soledad la tierra, / aunque el precio sea la tuya. / Nada de lo que vale se ha pagado nunca poco».
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Nuestros relojes son hijos del miedo a la muerte, algo que avanza y tañe, inexorable, la campana final. Ahora he descubierto que el tiempo también se puede medir con el olfato. En China, hasta finales del siglo XIX existieron relojes de incienso. Una antigua tradición que medía el tiempo con el aroma. Los maestros artesanos construían elegantes cofres perforados y dentro de ellos, aplicaban sobre una sutil capa de brasas un molde de metal, que grababa entre las brasas un surco en forma de figura o de alguna letra y en el canal que resultaba de ello se vertía el incienso. El resultado era una escultura en relieve que se quemaba en un tiempo proporcional a su longitud. Los relojes más refinados quemaban varias esencias, de forma que cada segmento de tiempo desprendía un aroma distinto. Un aroma que acompañaba la conversación, la lectura, las ocupaciones cotidianas y no iba marcando su pérdida, sino su cumplimiento. N
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    muerte no es un muro, sino una luz que, finalmente, hace evidente todo lo que has amado, todo el amor dado y recibido.
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Eso es lo que os han hecho creer siempre. Os tratan como si fuerais contenedores de deseos de los que aprovecharse. Primero os convencieron de que bastaba con el placer para ser felices, después os han hecho creer que la libertad sirve para conseguir ese placer y así os han hecho ser dependientes, poniéndoos un móvil en la mano a los ocho años. Pero ¡la libertad sirve para amar! ¡Para tomarse en serio el mundo y a los demás! ¡Eso es lo único que hace hermosa la vida, porque la llena de sentido!
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    también me he dado cuenta de algo: quiero ser como Rocky. La he vuelto a ver, creo que ya llevo más de cien veces. Él no quiere ser un púgil, él quiere que Adrian tenga una vida mejor, porque la quiere. Quiere sacarla de la tienda de animales donde trabaja, la quiere comprar una casa grande, quiere que viva como una reina. Sin ella no podría hacer nada. Y al final, se lo dice al periodista, que a él no le importa un carajo la pelea y busca a Adrian, porque se ha quedado en pie hasta el final solo por ella. Solo por amor puedes quedarte en pie hasta el último combate, incluso cuando ya no ves porque te han hinchado la cara.
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Te parece poco? Hoy, entre las prisas y los móviles, prestar atención es un acto revolucionario.
    —Un día estábamos en el parque y mi hijo montaba en bicicleta. Acababa de aprender a ir sin los ruedines y no paraba de repetirme: «mira mamá, ¡mira qué rápido voy!».
    —Así funciona, cuando los miras, encuentran el valor.
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Podríamos asaltar un banco!
    —Tienes razón, ¿quién sospecharía de un ciego?
    —A nuestro lado Breaking Bad parecería Cenicienta… —nos echamos a reír. Cuando consigues reírte de las cosas más serias, puedes estar seguro de que has encontrado un amigo.
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Lo único que puede hacer el que deja de amar es endurecerse para protegerse del dolor.
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Dios no se puede demostrar, solo se puede mostrar.
  • juan diego esquivias padillaцитуєторік
    Tengo los ojos llenos de lágrimas, y son lágrimas de verdad. Ahora lo he entendido gracias a una pregunta del Doctor Zhivago que se me había quedado grabada en una de las lecturas de Patricia: «¡Qué bello es el mundo! —pensó—. Pero, ¿por qué está siempre lleno de dolor?». Las lágrimas son la forma en la que admitimos nuestra incapacidad de retener la belleza. El amor llega a la velocidad de la luz y el ojo, víctima de tanta belleza, se humedece porque ha perdido demasiado pronto lo que no ha sido capaz de retener. Y, si se dice que en la vida eterna serán enjugadas todas las lágrimas, es solo porque, finalmente, nuestros ojos tendrán la misma consistencia que la luz y serán capaces de recibir toda la belleza sin tener que perderla, todo el amor, sin perderlo, toda la luz, sin perderla. La belleza va mucho más rápido que nuestra capacidad de retenerla porque somos finitos y tenemos que perder las cosas para poder sentir su valor en nuestra carne.
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